Todas las cartas ya estan sobre la mesa,
sólo queda esperar que nuestro capataz haga sonar el llamador
y los 90 afortunados lo pasee por las calles de Huelva
con sones de cornetas para que el pueblo sea participe de un sentir.
SENTIRSE HUMILDAD
sólo queda esperar que nuestro capataz haga sonar el llamador
y los 90 afortunados lo pasee por las calles de Huelva
con sones de cornetas para que el pueblo sea participe de un sentir.
SENTIRSE HUMILDAD
