Violeta Blanca
Sobre tu trono de plata de humilde recogimiento "te torna en áspero el viento" y soberbia la mañana. Es tanta la saña humana del malvado tribunal que Huelva quiso olvidar, con la ofrenda y la armonía de este paso que es amor, derroche de artesanía, el desprecio del Pretor, siendo Tú, el verdadero Mesías. Tus faroles son vigías, luminarias en la noche, castilletes, centinelas para conducir al hombre. Orfebres y carpinteros |
hicieron de tu Humildad el pódium de la virtud, que con tu saber estar olvidas la ingratitud, sembrando la caridad. Deja, Señor, que tu ejemplo llene mi vida toda, que mi pregón, en silencio, sea panal de miel, cincelación, catedral, y torre mora, calvario para mis sienes, redención, estímulo, aurora de una promesa amanecer con el que pueda nacer con tu humildad redentora.
José A. Díaz Roca |
miércoles, 7 de julio de 2010
Literario
Pregón de la Semana Santa de 1985